TRABAJO HUMANO VS INTELIGENCIA ARTIFICIAL


Desde el manifiesto comunista de Karl Marx y las narraciones de Emilio Zola, hemos dado
cuenta de la evolución que ha tenido el derecho del trabajo en el reconocimiento de
derechos de asociación, mismos que han procurado la legitimación de los pesos y
contrapesos, en aras del equilibrio entre los factores de la producción.
Después de más de dos siglos del inicio de la revolución industrial, consideramos que la
humanidad enfrenta otro gran reto social a partir de la implementación de tecnología en el
trabajo y en específico, de la inteligencia artificial, la cual comienza a tener una repercusión
importante en el desplazamiento de mano de obra en el mundo.


Existen datos duros que pasan desde el impacto de la automatización del empleo en donde
países poderosos como Estados Unidos tienen una tendencia poco menor al 50% en este
rubro, hasta cifras del 75% en países como Guatemala y el Salvador, aunado al mercado
global de software que ha incrementado sus ganancias de manera importante, tan solo este
año, se estima un ingreso de 10,100 MDD y el estimado en 2025 será de 126,000 MDD,
siendo parte importante de estos ingresos los relacionados con la inteligencia artificial,
además de ser un factor relevante en el impacto del PIB Global y rubros como,
productividad en el trabajo, ahorro de tiempo y calidad en la producción. Las ventas
mundiales de robots en la industria han alcanzado este año una cifra record de más de
600,000 unidades y dentro de la lista de deseos de los CIO’s de las empresas el 72% de la
tecnología se enfoca a la inteligencia artificial, incluso casi un 30% más que la inclusión del
internet en productos de uso cotidiano.


Como se observa en las tendencias mundiales, el crecimiento a corto plazo en inteligencia
artificial tendrá un impacto negativo en la pérdida de trabajo humano. Este no es un tema
menor, ya que el reemplazo de millones de posiciones a nivel mundial y principalmente en
países pobres tendrá consecuencias económicas y sociales relevantes.
Las organizaciones sindicales deberán ser protagonistas, jugando un papel muy importante
en la consolidación de estrategias que permitan la celebración de pactos colectivos que
sean un contrapeso a la tecnología e incluso la adecuación de sistemas que permitan la
conservación de empleos. Es importante identificar las actividades, que tienen el tiempo en
su contra, y capacitar al personal para que pueda adaptarse a este cambio. Debe existir un
esfuerzo colectivo para que la automatización del trabajo se traduzca en una mejor calidad
de vida y no en una pérdida de trabajos dignos y precarización.


Como en su momento la conciencia de clase permitió la implementación de métodos que
permitieran el equilibrio entre los factores de la producción, será en esta ocasión, la
conciencia de especie, la que tenga la posibilidad de aprovechar la tendencia de la
automatización mediante la inteligencia artificial. Ante el cambio de paradigma laboral, el
reto que la Cuarta Revolución Industrial presenta a la especie humana será aprender a
utilizar la tecnología como herramienta evolutiva y no permitir que se convierta en un
instrumento de sometimiento y regresión.

-Nelson Guerrero

Puedes ver el volumen completo de la revista aquí: Revista Industria Legal